Un tipo de construcción muy habitual en el Este español es la masía (mas en valenciano y masos o masíes como plural). Nuestro territorio está plagado de ellas, así que mucho hemos oído la palabra, pero poco sabemos de ella.
Su significado hace referencia a un espacio físico: “casa de labor, con finca agrícola y ganadera, típica del territorio que ocupaba el antiguo reino de Aragón”. Y su origen está perdido en el tiempo, habiéndolas de época romana, aunque las más habituales en nuestro entorno tienen origen morisco.
Otro tipo de construcción habitual en el levante español es la alquería. ¿Es lo mismo una masía que una alquería? Sí y no. Sí, porque comparten la concepción del espacio y su utilidad, es decir, ambas son casas de labor con una finca agrícola rodeándola. Sin embargo, mientras la masía se dedica a cultivos de secano, la alquería lo hace a los de regadío, y, además, los materiales de construcción también difieren al ser diferentes los entornos en los que se levantan sus edificaciones.
En su organización, las masías estaban conformadas por un grupo de edificaciones que daban servicio tanto a personas como a animales y a labores agrícolas. Albergaban a varias familias, llegando a ser pequeños pueblos.
En la época de la reconquista, estas masías fueron entregadas a nobles y caballeros como recompensa a su participación en los enfrentamientos contra los sarracenos, por lo que los maseros y las familias que en ellas habitaban, ocuparon esas propiedades en régimen de aparcería, es decir, encargándose de su explotación y mantenimiento a cambio de su uso y de una pequeña parte de los resultados.
En algunas ocasiones, como en el caso de Capaimona (Tollos), la masía también incluía una pequeña construcción religiosa en forma de ermita, aunque en este caso se cree que era una pequeña mezquita en su origen.
En Vall d’Alcalà, lugar emblemático para VIVEviuverd porque allí inauguró sus actividades, existen varias de estas masías, de origen morisco y hoy catalogadas como “despoblados moriscos”, que llegaron a congregar un número importante de familias y que hoy nos enseñan mucho de nuestra historia y de nuestras costumbres.
Cuando caminamos, corremos o pedaleamos por sus alrededores, casi se pueden percibir todas las historias y leyendas que se conocen sobre estos enclaves. Si queréis saber más sobre nuestros orígenes moriscos, la Asociación Amigos del Castillo de Elda tienen en su blog una entrada dedicada a los Masos de Capaimona.